29 de diciembre de 2009

Fragmento de SIN PELOS EN LA LENGUA, amigos



Publicado en Bubok.es,  la edición corregida de SIN PELOS EN LA LENGUA 2.0, Son 7 relatos cortos para su disfrute. Saludos.
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...Si. ¡Y tu Sam! (le reconoció) Tiempo sin verte. Desde aquella vez.

-Si, así es. Desde el día que hablamos tanto sobre tantas cosas.

-Y que tal, como estas (inició ella)

-Muy bien. Y mejor después de verte

-Bueno. Tú como siempre caballeroso.

-¡Hombre, eso es por tu culpa! (le aclaró)

-¿Cómo así? (miró amablemente extrañada)

-Pues por eso; porque no puedo tratarte de otra manera. Una morenaza como tú. Bien, y ¿como sigue la tienda?

-Muy bien. Echando pa´lante.

-No he vuelto a pasar
por ahí. Siempre voy corriendo y cojo esta calle de atrás (señaló el)

-Tu te lo pierdes (bromeó con picardía)

-Eso es verdad

El camarero se había acercado e hicieron el pedido. El único camarero del Bar, inmediatamente después estaba allí otra vez con una coca cola, una cerveza y dos vasos. Sam bebió un sorbo de la cerveza que había vertido en el alargado vaso y Luci tomó un poco de su refresco. Mientras tanto se miraban sin ninguna expresión en la cara. Luci se había puesto al frente de la pequeñísima meza, de medio lado y con las piernas cruzadas. El murmullo de las escasas voces llenaba el Bar mientras el camarero no paraba de secar vasos con el mismo trapo mientras, cegato, levantaba la mirada al partido de fútbol que se transmitía por la Televisión. Sam echó un rápido vistazo a la
sandalia de Luci y comentó expresivo:

-¡Veo que aún tienes el anillito!

-¡Ah, sí! (Sonrió mirándose mientras doblaba el empeine. Llevaba un anillo en el dedo anular del pie derecho, de plata grabada; que también había sido tema en la extensa conversación anterior del cliente con la tendera.)

-No se usan mucho, por eso. A mi sí que me gustan. Y a ti ya te lo dije,
que te queda bien; como tienes un pie pequeño… (Argumentó)

-¿Tan pequeño no, no? (Corrigió ella)

-Quiero decir, que son bonitos los dedos así pequeñitos. (Volvía a mirar y tocó brevemente el anillo con el dedo índice, con delicadez y respeto.)

-¿Te parece?

-Si, si (Repuso convencido)

-Pero es que soy muy alta para mis pies. Me gustaría que no fueran tan redondos, y más larguitos los dedos tal vez.

-Que va. Así son muy bonitos (Dijo repitiendo disimuladamente el toque). ¿Puedo verlo? (Ella asintió con una sonrisa dibujada en su cara mientras el, agachándose, la miraba también. Ella dejó caer la sandalia. El abrazó con el pulgar y el índice el anillo y le dio media vuelta para sacarlo.

-¿Es plata alemana? (Preguntó sin importancia. Ella arrugó la cara en signo de desconocimiento)

-Se lo compré a unos Hippie´s, muy barato.

Sam manoseo sin razones profesionales el anillo como alargándole el tiempo en su poder. Luego sin permiso y muy suavemente lo introdujo con pequeños giros hasta el fondo y dejó un leve toque en los nudillos después. Se puso recto en la silla, le regaló una sonrisa y por último dejó caer una mirada sumisa sobre el pie descubierto.

-Tu tienes los pies muy grandes (Bromeó ella)

- Pues sí, demasiado

-Pero también eres alto. No importa.

Sam bebió nuevamente de su vaso alargado y dejó escapar algunas gotas en la camisa. Se avergonzó. Cogió una servilleta, secó un poco la botonera, la meza y se echó para atrás relajado cruzando la pierna.

-¿A las mujeres no les da frío en los pies?

Ella respondió negativamente con la cabeza y la boca en “morros” una pregunta que los dos sabían era tonta.

-Es que con esas sandalias tan descubiertas, ya ves.

-¿Y tu trabajo como va? (Contrapuso ella)

-Bien. Pero estoy muy cansado. A ver cuando me dan unas vacaciones.

-¡Ah! ¿Tienes ya las vacaciones?

-¡No! Quiero decir, que, a ver si me llegan rápido. Todavía me falta mucho.

Su zapato negro puntudo casi rozaba el pie de ella sin ser consciente. Luego ella empezó a menear su pie rozándole el zapato hasta que el lo percibía. Luci esgrimía en movimiento sus bellos dedos rollizos y blancos, custodiados por el anillo de plata y empezaba cada vez más a rozar el lustrado zapato y los tobillos de Sam. Aunque el intentaba evitar el silencio con cualquier tema, definitivamente aquello estaba en un segundo plano. Luci empezó a tocar el empeine sobre el calcetín muy suavemente con la punta de su dedo pulgar, mientras él veía más claro en sus ojos la complicidad.

-Que ricos dedos, además. (Miró con delicia, haciendo más notable con su pie el contacto)

-Y tu que suaves calcetines llevas hoy. (Le dijo sensualmente)

-¿Te lo parece? Son "punto blanco”

Se rió con una mini carcajada pues la verdad era que no recordaba la marca. Luego aflojó la silla y se acercó un poco más. Ella dejó ir una mirada a su alrededor conservando la sonrisa. Sam estiró las manos y levemente flexionado acariciaba sus dedos nuevamente. A ella le gustaba.

-¿Te agrada?

-¡Mucho! Son mi punto débil. –Aseguró

-¡Uf! (Exclamó. Sam siguió acariciándola en silencio, realizando un masaje al interior de los dedos y por debajo)

-Que rico. (Murmuraba Luci)

-¿Y el sábado no abres? (Intentaba rodear con otro tema un silencio sumergido en lo erótico)

-No.

-Descansas (Quiso afirmar por ella)

-No. (Contrapuso) Tengo cosas que hacer en mi casa.

-Entonces el domingo descansarás.

-Si. Bueno. Un poquito.

Mientras tanto Sam comenzaba a explorar con ambas manos y vista su talón y tobillos; y le pidió sin hablar, que le dejara el otro pie. Luci sin poner ninguna negativa descruzó las piernas y soltó la otra zapatilla para poner a disposición de Sam el blanco y delicado pie. Con parpadeos cansados dejaba notar de su placer a Sam y este se motivaba en cada redondel, curva, opresión o textura que denotaba en la piel y músculos. Se acercó más y cogió sus dos manos, ella ahora estaba inclinada descansando con sus codos sobre los muslos.

-A ver. Estos deditos (Decía tiernamente.) A ver que tenemos aquí. Tres, cuatro anillitos. Qué bonito.

Aseveró relajado, mientras palpaba dulcemente los anillos, el interior de los dedos y la palma de la mano. Sam atavía la mano derecha de Luci y le acaricia por encima dando luego un par de leves giros con el dedo en el centro de su palma. Ella abrió los ojos indicando con un contacto
visual insospechadas sensaciones.

-Como eres. (Dijo ella. Sam seguía en las caricias conservando el hilo de su tacto placentero)

-¿Te gustan mis caricias?

-Mucho. (Respondió y siguió relajada recibiendo las caricias) Lo haces muy bien.

-Bueno; es muy fácil con esta piel tan suavecita. Tus manos son como tus pies, redonditas, carnuditas. ¿No te pintas las uñas nunca? (Decía como tema de relleno).

-Si. Me pongo laca. ¿No ves?

-Ah, si. Es verdad. Casi no se nota.

Luci tenía su mirada aparcada en la cara de su profesional acariciador mientras su cuerpo permanecía relajado.

-Tú también tienes unas manos bonitas. -
Luci cambió y tomó las manos de él empezando a detallarlas y a sobarlas por encima. -Dicen que los hombres que tienen las manos grandes también lo tienen grande (Se rió con una carcajada. El solamente sonrió un poco pues le sorprendió el comentario)

-No lo sé. (Respondió sin recursos)

-Son unas manos fuertes, grandes. (Ambos miraban sus manos entrelazadas) ¡Te comes las uñas!
-Si. Un poquito.

Sam retomó sus caricias en Luci. Yacía enternecida allí, en medio de la penumbra del Bar. Su falda vaporosa reposaba sobre las piernas sin alcanzar a tapar las rodillas y en medio un profundo negro. También un par de collares se interponían después de cruzar su pecho, cosa que la mirada de Sam ya controlaba. Sam balbuceó una pregunta tonta mientras con un dedo por mano y rodilla daba pequeños rodeos al borde de la falda.

-¿Y esto?

-¿Hm? Una falda (Respondió básica.)

Luego las manos de ella descansaban cruzadas mientras el ágil prestidigitador se lanzaba con el interior de rodillas y piernas. Luci, inmovilizada, se lo permitía entrecerrando los ojos. Ahora percibía una leve música saliendo de algún lugar de la barra. Sam cogió su barbilla de ella y
la acercó, dando un pequeño toque de labios en la boca baldía. Ella asentía insomne.

-¡Hm! Que boca más rica (Le susurró.) Ella hizo un pequeño gesto de aceptación, pero Sam aun no pensaba besarle profundamente. Un momento mágico debía alargarse así como un placer mágico debía aumentarse. Cogió su cara con las dos manos y...

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16 de diciembre de 2009

SIN PELOS EN LA LENGUA - Ales Gutierres - Edición revisada



Preguntas que me hago yo mismo:

¿Que si es un libro caro?
Puede que si, pero mientras tanto no hay mas auspicio para mi trabajo, aunque: 12,56 € ... tampoco es tanto.

¿Que si es un libro bueno?
Entre gustos no hay disgustos por lo tanto habrá quien me critique, pero a ese lo amaré infinitamente si me dice o me escribe la parte que no le gustó.

¿Que si es largo, o corto? Puede que su grosor físico sea el adecuado para animarse a comenzar la lectura, si embargo las 82 páginas se le habrán hecho cortas en el momento de culminarla.

¿Que si es entretenido? Según los científicos consultados tiene el porcentaje adecuado de risa por cantidad de silabas leída en relación a lapsos de tiempo de lectura y duración de estos. Y una cantidad de asco e inmoralidad promedia que logra sacar del agujero al lector inmediatamente después de haberlo metido.
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"Si son mis amigos ayudarme y comprarlo. Si no lo son todavía, pues animarse a conseguir un nuevo amigo y ser participes de mi historia, y quien sabe, de mis siguientes historias"

Hay varias formas de hacerse al texto:
  1. Comprar el libro físico por medio del portal Web LULU.com: 12,56 € + gastos de envío (cualquier parte del mundo) Pago con tarjeta  de crédito o Paypal.
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Ales Gutierres
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26 de noviembre de 2009

"AMORE RIVOGLIO QUESTA PANCHINA SOLO PER NOI DUE... MI MANCHI"


La televisión española

Cuando llegué a España mi primera impresión frente al televisor fue de un tremendo desmande lingüístico y desfachatez de las producciones; por ende la conciencia de mi desconocimiento por lo que desde hacia mucho en mi país conocía como “lo castizo” era lo que compensaba mi sorpresa. Me costó entonces escuchar del medio mas poderoso de difusión sobre el planeta malas palabras y sandeces sin ninguna censura. Palabras más de noche, palabras menos de día, pero en si un lenguaje que pasados 6 años de mi permanencia en estas tierras no dejaba de sorprenderme. La deferencia está en que siendo un apasionado de la antropología logré comprender la idiosincrasia ibérica, no obstante, el vulgar uso de la palabra se represente tanto en el doblaje de las películas como en los programas del corazón, sin remordimientos.
Mi preocupación, la cual no tiene solución lógica por su naturaleza cultural es la crianza de mi hijo. Una vez alguien me dijo: “pero si en tu país no son groseros pero son zainos” cosa en la cual no quise entrar en discusión; pero ojala todo esto me sirva para abrir la mente de este pequeño niño, y su vocabulario por cuenta propia llegue a forjarse algo mas culto.

Ales Gutierres
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11 de noviembre de 2009

LA GRUA

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Yo soy una grúa más alta y delgada con un extenso brazo. De mis pesos me aseguro que sean los más pesados y de peor dificultad. Me ven allí, quieto, intentando pasar desapercibido aun con mi gran cuerpo. Desarrollando el extraño trabajo de mover cargas de uno a otro sitio. De abajo a arriba y de arriba abajo. Intentando algún día haber construido algo.

¿Existencia-Inercia? Mi cuerpo, atrapado entre la aurora y el ocaso, y a eso le dicen existencia.

Son la 7, me levanto.

¿Sustento diario?

¿Y si fuera millonario?

Sustento diario no.

¿Existencia?

Compraría vibraciones. De marca amor. De marca sexo. De marca amistad. De marca salud. De marca cariño. De marca placer general. De marca tranquilidad.

Son las 19 horas. Ceno.

Son las 24 horas. Agradezco a mi sueño divagar… divagan millones de creaciones en el pequeño cerebro que convierte mi existencia en un personaje sin cuerpo. Cuando duermo soy otra cosa.

Parte II (Cuando duermo)

Mi cuerpo no existe.

Esta noche se estrellaron cuatro aviones cerca de donde yo me hallaba. Salí ileso con algunas contusiones. Luego, cuando aún no salía de la catarsis un camión que venia por la carretera también volcó sorprendido por el desastre aéreo diseminado por el campo y carretera.

Mi cuerpo no existe.

Soy 100% vibraciones. Mi sueño me hace inmenso y físico; vibrante como la rambla de Barcelona con sus monstruos y sus ángeles.

No soy grúa. Soy una masa molecular formada de sensaciones, movida por creaciones. Cuando duermo soy de todo. Poderosas ideas consolidadas. Sudor, sangre, fuego, tormenta.

Alguien instaló un gran peso en el pié de la grúa pero yo me escapo por la puerta del sueño y visito mundos extra-digitales y suspensos. Tengo mente libre por fortuna. Es mi única fortuna, por eso le aclamo. Mi contacto con esta fortuna es lo que cada día, montado en la atómica nave de mi lapicero, me hace elevar la grúa como una pluma.

Buenas noches.

ales gutierres

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15 de septiembre de 2009

En català es més bonic:

Veritat.

Davant la veritat es sedassa el món, perquè al final els ulls es tanquen volent l´incessant gaudiment. Es desborda l´humà, es queda sensa robes davant la veritat, cap roba per moments definitius li volen cobrir.
Jo no li escric pas al desig, li escric a la veritat. Jo no li escric a l´amor, li escric a la veritat. Intento emprar vocables i parafrasejar, descriure un t´estimo, inmortalitzar. Però és la veritat el seu mateix agent i vessa la seva qualitat

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La Verdad

Ante la verdad se cierne el mundo, porque al final los ojos se cierran queriendo el incesante disfrute. Se desborda el humano, se queda sin ropas ante la verdad, ninguna ropa por momentos definitivos le quiere cubrir.

Yo no le escribo al deseo, le escribo a la verdad. Yo no le escribo al amor, le escribo a la verdad. Intento usar vocablos y parafrasear, describir un te quiero, inmortalizar. Pero es la verdad su mismo agente y rebosa su cualidad.

Ales Gutierres




4 de agosto de 2009

Pajarillo

Pajarillo

Mucha tristeza sobre una espalda santa

Tristeza severa e inaudita,

desastrosa e inconsciente,

quebrando el alma.

Mucha tristeza partiendo una espalda,

a expensas de sus grandes alas.


Ales Gutiérres

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30 de julio de 2009

TREN

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El rumor de la corta espera
un entremetido frescor en verano
el ruido fortuito que no significa nada
un centenar de personas x minuto
colección de flechas, palabras y colores
la multirítmica escalera
inquietud de luces y sombras
vocación para el silencio rumoroso
la velocidad no llega a coprotagonista
una ráfaga de viento repentina
el dragón oji-amarillo clonado.

Habitáculos entrelazados
fotografia mobiliaria vacante
500 miradas desentendidas
grupos de adolescentes turbados
dos rubias de ojos azules en batita y chanclas
palabras, temas y acentos

El vaivén de la máquina en la pupila
Sinnúmero de volúmenes manoseados
y el climax del capítulo en la sed
cuantos periódicos vapuleados
las pausas no son sagradas como la respiración
seres multiformes con las mismas pasiones,
o viceversa
bolsos y bolsas con los mismos atavios
protagonistas en diferentes ilusiones
representantes de diferentes historias,
con objetos colmados de caducidad,
llenando los espacios cerebrales con bullicios o con miedos,
y de ensoñación también

Imparable filme de paisajes
amarillas, blancas y silentes, titilantes luces
traqueteos y chillidos preconcebidos...

Otra vez escalinatas, pasillos, trasfondos y túneles
la noche y el dia se me han perdido.

Ales Gutiérres
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27 de julio de 2009

Perdona, te he fallado.

. 8 a.m, el word, una espalda.
Mi jefe, un café, me duermo, una espalda.
Los textos, los papeles, los clientes, una espalda.
Quiero meterme en tu dorso.

9 a.m, el word, el facebook, una espalda.
Un cliente, faena, otro cafe, me duermo, otra espalda... no, es la misma.
La pantalla, quiero dormir.
Está borrosa la espalda.

10 a.m, el word, un cliente.
Mi jefe, otra vez sus ojos desquiciados.
Clients, Word, Facebook, display, dream... espalda.
!Despierta!

11 a.m, segundo café, no, el tercero, mi boca amarga.
La espalda sigue allí, sigue borrosa ¿hay un velo?
Clientes, word, pantalla, tu pelo.
Incidencias técnicas.

12 a.m, tengo hambre, no mas café, quiero pan, estoy despierto.
Trabajo. ¿Y tu espalda donde va, hacia el velo? Parece que vuelo.
¿Y con tu pelo que pretende el viento? ¿Y en esa nuve a dónde te diriges, musa? ¿Donde está tu dorso? No necesito mapas, encontraré tu dorso a ciegas...

!Jose Miguel!
!Estas despedido!
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Ales Gutiérres
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20 de julio de 2009

Carta publicada en el diario digital 20 MINUTOS

El amor de los Cojones

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Las palabras más complejas sobre el amor no las complace un escritor por que sino no estarían relacionadas con el amor mismo, sentimiento que yo me atrevo ahora a enunciar mediante una ínfima palabra. Pero que se le va a hacer, somos seres humanos erróneos y equivocadizos que no nos queda otra cosa que usar las palabras y las herramientas que la vida nos pone en las manos, de la manera más implicada posible y más simple. En mi caso, he llegado a experimentar sensaciones divinas que me hacen sentir, como escritor que pretendo, unas ganas irremediables de describirlas. Sin embargo se me hace un nudo en el lapicero y cuando le fuerzo desata una cadena de palabras y frases, ni siquiera ideas, que no explican ni un ápice de lo sentido.
Alguna vez que, fuera de toda pasión, bajo la mas intensa calma del mar y el cielo, llegué a conectar un par de adjetivos con un sustantivo locuaces, y me sonó un poco bonito, volví a la realidad creyendo que había bajado de un gran atasco vocabular.

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Ales Gutiérres

15 de julio de 2009

Oda a tu sueño

Oda a tu sueño

Soñé que te veía descubierta, espléndida y franca, sobre la holgada cama.

Tú no me veías.

Sin embargo yo estaba encima de ti.

Pero ni te rozaba.

Levitaba rabiosamente mi incongruente gravedad frente a tu incólume delicadeza,

a pocos centímetros de tu sueño abisal y casi hundido en tu blancor.

Quería tocarte, pero no podía.

En el fondo de mi cuerpo unos deseos se marginaban.

Mi piel fiscal y juez marcial me apartaba.

El viento jurisconsulto, dijo: “Dejadles a solas, cuando se despierte“

Ales Gutiérres

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1 de julio de 2009

3r Concurs de Relats Curts TMB



Cada cinco minutos sale un dragón estreñido de su cueva. A lado y lado de la gruta, como siempre, unos de pie y otros sentados, pequeños seres insomnes le esperan acostumbrados al típico rumor que le precede y posterior estruendo de su aparición. Cada cinco minutos es un dragón. La leyenda dice que son varias bestias las que allí habitan, que se van turnando para abruptamente salir y dejar su desparpajo.
Yo digo que es el mismo. Yo no estoy absorto en mis pensamientos. Yo no soy tonto. He venido analizando fríamente sus incursiones, sus ruidos, su aspecto y hasta su semblante según la hora.
La gente que le mira vive engañada. Yo estoy convencido de que siempre es la misma bestia. Sus andares poderosos, esas manchas laterales, los ojos amarillentos que anuncian desde el negro fondo del túnel antes de su salida estruendosa, anticipándose con un miedoso vaho de viento, su rugir, su fuerza.

A veces dudo pensando que es distinto, pero es solo cuando sale más embarrado; el lodo le transforma un poco. Sin embargo al dar la cara estrepitosamente como siempre, cada cinco minutos hace algo de lo que esta gente adormecida no se entera. Creo que esta bestia es única y además está enferma. Les voy a explicar porque:
Aparece de repente y, allí mismo a la salida de la caverna, vomita montones de carne humana; al mismo tiempo vuelve y come otro tanto y después se larga.
Para mí que esta bestia es la misma y está gravemente enferma del estomago.


Relato corto participante en el concurso


Ales Gutiérres



Embebido


He perdido mi vista en las ruedas de la carreta que siempre impulsó mi vida;
terminando un poco pisoteada, mi vista.
Claudicando los ideales por exceso de tiempo, como todos los ideales.
Sembradas mis piernas de gravedad inefable; inefable es el peso del cuerpo.
Incrustando mi cabeza en somnolencia de amor, irreparablemente.
36 veces lloré un cumpleaños sin lágrimas y solo una vez las lágrimas fueron lloradas en si mismas, increpando al ruido de mi tenacidad.
Y este sonido pantanoso, melancólico y sublime del sendero me está dejando las entrañas embebidas de común y silvestre hombre.
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Eufonía

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No se hace la verdad con palabras como se hace un poema;
generoso ni austero
Queda la verdad como la espuma, la nata, el fondo, la mancha

Remarca, sobresale, perpetua

Como cuando te miro es la verdad, tu lo sabes;
no eres analfabeta en mi ojos;
como cuando te miro y siempre

No escuches lo que te digo;
divago, yerro, pierdo

No leas mis libros;
mi voz eufónica no sabe decirte la verdad.
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Dias


Un día cogeré mi vara de pescar, después de comer, caminaré hacia el lago de frente a mi casa, me sentaré a la orilla del muelle, enredaré una carnada en el anzuelo, lanzaré fuerte hacia adentro del embalse y me dedicaré a esperar que unos cuantos peces piquen, mientras tanto me relajaré esperando que me de hambre.
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Un día me despertaré tarde, mientras el sol entra por las ventanas de mi casita blanca levantando las cortinillas de lino. Me levantaré sin preocupación y, sin lavarme la boca, me pondré un café. Tomaré el platito con una mano y la taza con la otra y saldré a la terraza para apreciar la colina entera, el barrio blanco y el mediterráneo infinito, mientras la brisa desparpaje mi cabello cano.
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Un día abriré los ojos, suavemente, esperando que mi vista sea clara, miraré alrededor de la habitación, me encontraré con la luz de la ventana manchando diagonalmente la pared y pensaré: hoy es día de visitas. Y esperaré muy tranquilo que llegue mi hijo con las flores.
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Un día abriré los ojos, ya sin sobresalto, con el chasquido frecuente del palo sobre las rejas, me incorporaré realizando rápidamente unos cuantos ejercicios y me dispondré como cada día a realizar mis tareas obligatorias carcelarias.
Ales Gutiérres
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18 de junio de 2009

Echo en falta esa piel

cho en falta esa piel y mientras tanto me tira de la lengua. Mis manos no están quietas. Mis bolígrafos se acaban. Mis falencias me hacen hablar. Me convierto en versos y todo a mí alrededor se convierte conmigo: un puente, una carretera, un árbol, el aire, la lluvia, la calle, el frío, el calor, la playa… Todo se convierte en letras, en frases que riman y que no, o que no riman aparentemente, pero sí que lo hacen. Frases que riman al final por lo que me falta, por lo que no tengo, por lo que ansío, por lo que no me llega, por lo que me mata. Siempre nos mata lo que no tenemos, amor.
Tu piel tan lejana me visita por ratos en la mañana, al transcurrir de la tarde, en medio de la noche, en medio de un sueño, en medio de mis razonamientos y en medio de mis humedades. Si. Tu piel me visita con todas las formas que ella posee; con todos sus tonos, sus resquicios, hendiduras y protuberancias; con sus sonidos, sus olores, sus tendencias, y también sus rabias; me visita. Y entre más lejana más me llega tu piel, mas me tiene loco. No aplaca ni la lluvia este recuerdo y eso que la lluvia aplaca todo lo que me hace sufrir, todo lo que no digiero; mi lluvia, mi amada lluvia que es como tu cuando estas.
La soledad, mi compañera de siempre aunque este acompañado, se nutre de la lluvia, se hace gruesa y obesa, se hace feliz, inmensa. Mi soledad no necesita policías para regirse, para decir disfruto cada gota de lluvia, cada brisa, cada salpicadura del oleaje del mar, cada grano de arena, cada recuerdo imposible de tornar, cada estela de humo que dibuja un cigarrillo, cada acento de cada letra, de cada palabra, de cada frase, de cada verso, de cada poema, de cada historia, de cada vida, de cada mundo… de cada cosa que se componga en tres dimensiones.
Tu: polígono indefinido, idea inconexa para mis labios; te quiero. Mándame muchas cartas que atajen este viento glacial, cartas las que sean que contengan acentos, letras, palabras, frases, versos… historias de hadas, que son lo que me contienen.
Mándame documentos de tu recuerdo, astas donde erigir tus viejos besos.

Ales Gutiérres

2 de junio de 2009

Vendo una tristeza

Junio 01/09


Vendo una tristeza que está fuera de temporada.
Pesa poco eso si. Fácil de llevar, poco ostentosa pero valiosa por lo que fué, modelo con pocas unidades de fabricación.

Vendo esta tristeza caducada; sin embargo no tiene moho, no está averiada ni avinagrada. Proviene de una importante reserva mía. Bien elaborada, bien sufrida. Le vendo una vez que tiene fecha vencida.

Alcalina y opaca, con su medalloncito de calidad visible aún. Tristeza hermosa y canosa ya. Viejecita. Tristeza tristona y sabia ya. Melancólica y sublime. Embotellada en años y experiencias; como la vez aquella, hace tanto tiempo, cuando llego a ser feliz. Y felicitada la pequeña se fue a dormir de nuevo, triste y casta.

Ahora la vendo no tanto por tristeza como por antigua. Se ha hecho cimientos y esperanzada siempre ha logrado por lo menos un miembro de familia: Yo.

Pero ahora quiero estar solo, y sin embargo no puedo regalar estas cosas. Estas cosas no se regalan. Tengo que venderla y guardar los billetes, resultado de esta operación, en un libro gordo llamado: mis poemas.

Ales Gutiérres

28 de mayo de 2009

Construyes

Construyes


26/04/09


Ese insondable abismo que no puede interrumpir mi lapicero,

a ese, le das tu senderos y puentes

no contando con mi pena y con mi ineptitud

… ni con mi testarudez


Me limito a enlazar chakiras como tristezas

mientras tu estas talando un árbol, construyendo un paso.


No perdono el abismo mientras cultivo la rabia de mi inutilidad.


Tú me pones alas mientras cierro los ojos.


Tú me acaricias mientras me arrastro en el barro.


Tu voz se acompasa para ser mi ritmo y melodía.


Concatenas tus ternuras y mis penas y construyes ese canal por el cual transitan alegremente nuestros besos.



Ales Gutierres
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