Me he buscado una ausencia, gigantesca para lo que puedo soportar; con una forma magnífica como lo que no puedo inventar; con mil colores y las esperanzas des infundadas; con una forma y una piel, con una mirada.
Me he buscado una ausencia para añorar, un “no está” un quizás, un ojalá, un pronto o después, un hasta cuando, un dónde estas, un “ya no estoy”, una ausencia; una ausencia que no me puedo perdonar porque a pesar de todo ha cavado un subjetivo espacio en mi verdad; que ha tejido raices sin tiempo, saltando temporadas; que no tiene estómago y se alimenta sin mas.
Y yo me pregunto: como he podido enamorarme de los huesos de esta ausencia…
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