31 de diciembre de 2011

¡FELIZ CAMBIO!


Si nunca haz considerado una ocasión especial para tomar en consideración (por lo menos) grandes cambios, hoy es un buen día. 
Si nunca haz visto un día como idóneo para tomar una decisión importante y replantear una situación, hoy puede ser posible. 
Para occidente las tradiciones de final de año han sido muy importantes sin distinción económica; tanto el que puede comerse las 12 uvas mirando los fuegos pirotécnicos de Sidney en su yate, acompañado de Champaña y Caviar, como el que no tiene gran cosa que poner en la mesa, vive las fiestas con emoción. Es una época de celebraciones religiosas o de parranda pero sobre todo de emoción. Una época tanto para reunirse con la familia y amigos como para sentirse el ser más solitario del mundo. 
Cuando transcurra el tiempo y las religiones pasen a un segundo plano, los pueblos seguirán festejando estas épocas como quiera que son una oportunidad para dar un descanso, sobre todo al alma.

HOY es un buen día para amar, para reunirse, para encender velas, para compartir buenos deseos, para mirar el árbol de navidad titilar, para abrazar a los más cercanos, para emborracharse o para quedarse sentado y en 5 minutos irse a dormir. Lo importante es vivir y vibrar, hoy que es fácil, puesto que hay buenas energías, hoy que vemos un momento pasar diferente a los demás. Incluso si nos coge la media noche al borde de una larga carretera vacía y húmeda... dentro llevamos una incomprendida sensación que nos deja por un momento circunspectos.    

¡FELIZ CAMBIO!