La felicidad es escurridiza, cuando no se camufla o viaja; o promete cambios, o tambien desmejora irrazonablemente. Las tristezas suelen usar lapices de colores para llenarle de tachones y borrones y es asi como la felicidad se da trompadas, se empapa en aguaceros de llanto, se ilusiona y palpita con todo el ancho del corazón, emancipando a la razón en una sola frase irrevocable: “seguimos vivos”
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