La televisión española
Cuando llegué a España mi primera impresión frente al televisor fue de un tremendo desmande lingüístico y desfachatez de las producciones; por ende la conciencia de mi desconocimiento por lo que desde hacia mucho en mi país conocía como “lo castizo” era lo que compensaba mi sorpresa. Me costó entonces escuchar del medio mas poderoso de difusión sobre el planeta malas palabras y sandeces sin ninguna censura. Palabras más de noche, palabras menos de día, pero en si un lenguaje que pasados 6 años de mi permanencia en estas tierras no dejaba de sorprenderme. La deferencia está en que siendo un apasionado de la antropología logré comprender la idiosincrasia ibérica, no obstante, el vulgar uso de la palabra se represente tanto en el doblaje de las películas como en los programas del corazón, sin remordimientos.
Mi preocupación, la cual no tiene solución lógica por su naturaleza cultural es la crianza de mi hijo. Una vez alguien me dijo: “pero si en tu país no son groseros pero son zainos” cosa en la cual no quise entrar en discusión; pero ojala todo esto me sirva para abrir la mente de este pequeño niño, y su vocabulario por cuenta propia llegue a forjarse algo mas culto.
Ales Gutierres
.
.