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18 de marzo de 2010. Hoy es mi No cumpleaños. Estoy muy tranquilo, relajadísimo; con la vaga impresión de que esta despreocupación me va a durar mucho. En mis bolsillos he introducido las manos porque de repente quise comprar una caja de vino, no obstante, están totalmente vacios; ni una moneda me pesa; de hecho me siento tan liviano, pero tanto, que hasta la ropa parezco no sentir, ni mi cuerpo. ¡Ah, no tengo calor ni frio tampoco!
Llevo un buen rato hablando con Sebas, Matías y Gero. Están dormidos pero no los quiero despertar, mejor así, dicen que si se les habla dormidas las personas aprenden más. ¡Loquitos estos, estoy aconsejándoles muchas cosas! Quiero que tengan una vida agitada de ideas, ojala muy prospera y sino por lo menos que sean positivos, cariñosos con sus madres y toda la familia y que tengan siempre la cabeza llena de ilusiones, expectativas y proyectos sin que haga falta pisotear a nadie.
Hoy es mi No cumpleaños, ¡no voy a envejecer!; bueno, no pasa nada si no hay vino, siento mi corazón regocijado. Estoy feliz porque, casualmente hoy tengo el presentimiento, no sé porque hoy y no los cumpleaños anteriores, presiento que la gente me quiere mucho, presiento que lejos o cerca me acompañan, que eliminan la distancia; y que he concurrido con mi fuerza y voluntad para que mis padres, hermanos familia y grandes amigos no hicieran más que engordar las raíces de un placentero y verdadero cariño durante 35 años.
Estoy sentado en este momento, viendo el mundo y la gente pasar; bueno, la verdad es que solo me he sentado para mirar el paisaje, pues no estoy ni lo más mínimamente cansado; hoy también estoy recopilando fotos de todas las caras lindas que pertenecen a mi vida y a las cuales siempre les perteneceré, siempre.
A veces dejo esta gran ventana, esta inmensa pantalla en alta resolución y me pongo a caminar por unos inacabables jardines donde habito en este momento, que parecen cultivos de amor representados en fantásticos paisajes y miles de multicolores flores que mi elegante levedad no me permite pisar. Hoy, día de mi No cumpleaños, pensando, sentado en la banca de una estación de tren llamada "Infinito", tengo la certeza de que el cariño no lleva consigo ninguna carga racional natural, así como la existencia del cielo, la tierra, el agua, el aire; como la muerte misma, tan natural.
Todo peso es tan leve y tan flexible como la misma eternidad.
Haimer (EL REALIZADOR)
