Ninguna situación se debe tomar de manera personal, ninguna. Puedes despedir a un amigo que no cumpla su papel como eslabón con una función específica en la empresa, no debes permitirte procesos no productivos que a su vez, por la naturaleza humana, puedan abrir la posibilidad de generar un conflicto. Por eso no conviene contratar a nadie como favor. En caso de tener que hacerlo, intentando dar la oportunidad a alguien muy cercano, como por ejemplo un familiar, este deberá cumplir con el proceso normal de contratación y se le asignarán un rol y labores específicas las cuales deberá cumplir. Esto por simple respeto a la proyección estructural y financiera de la compañía.
Pero también es inteligente rescatar los valores de un empleado que haya decaído y pueda reponerse. Si el empleado está dispuesto y decide sobreponerse a su estado de ánimo y aumentar sus habilidades técnicas y sociales con el fin de seguir y convertirse en pieza clave de la empresa.
El líder tampoco debe tomarse personal ninguna situación, porque su salud es lo más importante que se debe cuidar en la empresa. “El líder que se conserva fuerte conduce mejor a su manada”. La importancia y prioridad están definidas por la jerarquía, dado que a más rango más responsabilidad, compromiso y exigencias.
Ningún despido debe hacerse ni promoverse como expresión y resultado de una emoción, cuando lo que está sobre la mesa es una estructura empresarial que se compone de unos recursos dentro de una dinámica financiera, y movidos por unos procesos serios. Cada elemento de esta dinámica puede fallar por una motivación pasajera y afectar los resultados, por ende, el futuro de la compañía.
Las decisiones de un líder pueden parecer inadecuadas para otros, pero hay que tener claro cuáles son las inquietudes y propósitos de esos otros, por ejemplo, hay empleados cuyo único propósito es cumplir con un horario y servicio al cliente mínimos, día tras día y año tras año; no interesandole ninguna propuesta u orden adicional que afecte a dicha cotidianidad, en cambio si le afectaría notablemente la disminución de las condiciones iniciales de su contrato.
Un buen empleado puede incluso solicitar su propio despido, si considera que no está en la capacidad de promoverse para superarse o ascender, teniendo en cuenta que la buena empresa siempre está en función de más (más ventas, más empleados, mejores procesos, más sucursales)
Las decisiones de un líder pueden parecer inadecuadas para otros, suelen ser incomodas, pero el líder es el mayor responsable, en caso de que los propósitos centralizados (resultados comerciales) no se cumplan; entonces todo por debajo pierde importancia. Las empresas se crean para funcionar, como el motor de un auto. Si un motor no se usa se deteriora, si se usa mal se rompe y si se usa excesivamente se desgasta. La empresa debe garantizar y normativizar su expresión organizacional.
Si una persona se siente recargada de trabajo o desperdiciada en su puesto, debe promoverse para otro cargo o buscar otro empleo acorde a sus expectativas y capacidades.
Cuando un líder piensa en un ‘nombre’ para su cargo, automáticamente está forzando dos cosas, el precio de su hora de trabajo y el alcance de sus acciones como tal. Así mismo cuando un líder usa su tiempo debe tener claro lo que vale y realizar o dejar de realizar las labores que no esten en consonancia. Un gerente de empresa que está lavando su carro en horario laboral, no es una persona que se esté ahorrandose CO$10.000, al contrario, es un profesional que está perdiendo CO$40.000, si su hora profesional vale cincuenta.
Un gerente que se dedique a labores menos cualificadas dentro de la empresa, posiblemente este haciendo perder dinero a la empresa. La labor esencial y al mismo tiempo estratégica de un puesto de liderazgo es observar, planificar y ejecutar acciones orientadas a macro resultados.
El propietario o el gerente general, suele ser el cargo de sueldo más alto, pero es también la persona con más responsabilidad y la cabeza visible; en este sentido este líder debe proveerse de un nivel de vida con las comodidades necesarias que le permitan vivir bien y representar a la empresa adecuadamente, eficientemente, firmando los contratos más sustanciosos y haciendo los mejores acuerdos, que beneficien a todas las escalas jerárquicas y a todos los empleados y el entorno.
EL LIDER SOCIAL
Todos los procesos comerciales y benéficos influyen y se ven influenciados por procesos sociales, muy lógico teniendo en cuenta que es la sociedad de consumo la que da sentido a las transacciones. Por eso en la última escala de desarrollo comercial (socioeconomía) los empresarios también interactúan con cámaras de comercio, realizan acuerdos con proveedores, consorcios, eventos con entidades, acuden a congresos y ferias, y hasta participan en ruedas de inversión para nuevos proyectos.
En estas instancias ya el gerente se abre mentalmente y considera calidades humanas como factor de alto desempeño, basta ver la filosofía de las grandes marcas actualmente. El gerente, entonces, es alguien que observa de nuevo, como líder con la mente más despejada y proyectada, una serie de oportunidades para seguir en al tónica de crecer, como ya lo viene haciendo, y de promover en los demás (empezando por sus empleados y cargos medios) un ser integral en continuo crecimiento y desarrollo.
La labor esencial y al mismo tiempo estratégica de un puesto de liderazgo es observar, planificar y ejecutar acciones orientadas a macro resultados
Entrenamiento de Liderazgo
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