Tu no estás obligado a amarme y yo no estoy obligado a amarte, pero te amo, como el lado contrario de tu verdad actual, o como mi búsqueda de la perfección, que no se compone solo de ti sino de todas las partes que me rodean y que necesito, o como tu búsqueda de la perfección; ese otro mundo supuestamente ”perfecto” que nos llama mientras pasamos los días quejándonos de este mundo imperfecto, y cuando llega el mundo ideal, las cosas vuelven y cambian, como por ejemplo, yo dejaré de ser tu necesidad.
Te quiero,